La tendencia en el sector del tranvía es a que no haya
ninguna catenaria en su trazado, por sencillez de infraestructura, por
estética, por seguridad… pero no por eso dejar de tener tranvías silenciosos, limpios,
eficientes y no peligrosos, es decir, no dejar de tener tranvías eléctricos.
Tranvia de Zaragoza a su paso por las Murallas Romanas |
Consecuencia de hacer tramos de tranvías sin catenarias, donde
la electricidad proviene de unas baterías recargables para que funcione el tren, es que puedan quedarse sin
carga y por lo tanto no poder seguir dando servicio de movilidad a los
pasajeros, sus clientes, sufriendo así retrasos y malestar general, tal y como ha
pasado recientemente en la ciudad de Zaragoza (ver noticia más
abajo o aqui).
Esta tendencia se puede hacer totalmente realidad (ningún
tramo con catenaria) gracias a las pilas de combustible de hidrógeno, produciendo
la electricidad a bordo del convoy sin necesidad de ninguna infraestructura eléctrica
en su recorrido. Con ésta medida, seguiremos teniendo un medio de transporte
barato, sostenible y que gusta a los ciudadanos, y más todavía si no hay “cables”
por las calles.