Stuttgart, va a volver a probar por sus calles
autobuses de pila de combustible de hidrogeno. Durante 2003 y 2005, ya
estuvieron circulando por las calles de esta ciudad europea.
Actualmente, el autobús eléctrico de pila de
combustible, es un autobús hibrido, es un modelo Citaro FuelCell de
Mercedes-Benz al que se le ha instalado en el techo no solo la pila de
combustible, sino también una batería de iones de litio.
Stuttgart: probando de nuevo los autobuses
No es la primera vez que la Stuttgarter Straßenbahnen, la Compañía de Tranvías de la ciudad alemana de Stuttgart, la SSB,
decide hacer pruebas con autobuses con tecnología de pila de hidrógeno,
ya entre los años 2003 a 2005 realizó pruebas con este tipo de
vehículos.
La experiencia en su día no fue mala, todo lo contrario. Lo único es
que en aquella época el beneficio económico no era favorable. Sin
embargo hoy en día, y dotando a los mismos autobuses con una tecnología hibrida,
usando motores eléctricos en rueda y baterías para acumular la energía
procedente de la pila de hidrógeno, el autobús si puede resultar
rentable.
A través de un proyecto, con una duración de tres años y un
presupuesto de 1,8 millones de euros financiados por el Gobierno
Federal, de los cuales la SSB aporta el 50%, se intentará lograr las mejoras económicas y tecnológicas necesarias para al final de esta década conseguir unos autobuses efectivos y con costes de adquisición no muy distantes de los aproximadamente 250.000 euros que cuesta un autobús diesel convencional.
Este prototipo híbrido, puesto en funcionamiento en Stuttgart, es un modelo Citaro FuelCell de Mercedes-Benz al que se le ha instalado en el techo no solo la pila de combustible, sino también una batería de iones de litio,
que se alimenta de la energía que recupera de los motores eléctricos
situados en los cubos de las ruedas del eje trasero durante las
frenadas, de forma que así se mejora la eficiencia de todo el conjunto.
Los pasajeros en el interior del autobús podrán seguir de una forma
gráfica, a través de una pantalla, el flujo de energía y saber en todo
momento de donde procede o a donde va esta. Se muestra si la energía
para avanzar procede de la batería o de la pila de combustible y en los
momentos de frenada se observa como la energía fluye desde las ruedas de
nuevo hacia la batería.
Comparada con la primera generación de autobuses, que fue probada
hace ya 10 años en esta misma ciudad, estos vehículos son más ligeros,
gracias a distintos materiales utilizados y a la reducción del número de
tanques de hidrógeno situados en el techo. El consumo de hidrógeno
también se ha conseguido bajar de forma considerable desde los 22 kg
hasta los 10 kg actuales por cada 100 km recorridos, lo cual ha
permitido elevar la autonomía de este autobús hasta los 350 km, valor
más que suficiente para la realización de rutas urbanas.
Vía | CEP
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